Fabricante de Curitiba acelera ritmo de producción con nuevas contrataciones, además de anunciar aporte adicional de R $ 250 millones.
Al considerar las expectativas de Volvo, en 2019 la industria brasileña de camiones cosechará frutos mayores de lo que hasta el momento ya se ha estimado. Para el fabricante de Curitiba (PR), el mercado crecerá un 30% sobre el resultado de 2017 para un volumen superior a 98 mil unidades. La proyección, por lo tanto, es mucho más robusta en relación a la de la Anfavea, de alza del 16% o licencias alrededor de 88 mil vehículos.
La empresa coloca fichas en esa apuesta al iniciar el año con la contratación de más trescientos empleados para la fábrica, permitiendo más aliento de producción en una segunda vuelta. Después, aunque no sea sólo para el negocio de camiones, la compañía anuncia aporte de R $ 250 millones, valor adicional a la inversión de R $ 1 mil millón que el grupo consolidaría en 2019, pero que ahora, sigue hasta 2020.
La proyección optimista de la empresa sucede a un desempeño consistente de la automotriz el año pasado. En 2018, Volvo anotó ventas de 10.600 camiones, acumulado que proporcionó a la automotriz crecimiento del 79% sobre el año anterior, la mayor alza entre las marcas veteranas.
La compañía se valió de resultados positivos tanto en la categoría de pesados y de semipesados, los dos segmentos de los cuales participa en el país. En el primero, las 9.100 unidades vendidas representaron expansión del 81% y, en el segundo, con 1.500 los camiones negociados al alza fue del 65,5%, el mejor índice obtenido entre todas las otras marcas que disputan el segmento.
En el segmento de autobuses, Volvo inicia el año con programación de setecientas unidades para el sistema BRT de Bogotá, en Colombia. El negocio, cerrado a finales del año pasado, el mayor de la década para este tipo de vehículo. Después, al considerar sólo chasis de la categoría de pesados, la marca registró trescientas entregas en el país, un aumento del 114% en relación al volumen de 2017.
