El anuncio del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), de poner freno a la ejecución de nuevas obras debido a la situación sanitaria, es una situación muy preocupante para la economía de nuestro país, especialmente para lo que se viene en el segundo semestre del año.
Como es sabido, la construcción emplea a unos 300.000 paraguayos, por lo que si las obras públicas se paralizan muchas familias se verían afectadas y no tendrían sustento. Especialistas estiman que con estas medidas unas 100.000 personas quedarían sin fuentes de trabajo en el peor momento de la pandemia.
Paralizar el sector interrumpirá el efecto “cascada” que generan las obras públicas en los diversos distritos donde se ejecutan, que son innumerables, considerando los rubros que dinamiza una construcción en las pequeñas y medianas empresas de todo el país.
Es por eso que el Gobierno Nacional, tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Legislativo, necesita rever sus decisiones para afrontar este hecho, que afectaría gravemente a un rubro que se convirtió en un pilar fundamental para que la economía nacional se retraiga solo 0,6% en el 2020, teniendo en cuenta las caídas pronunciadas en países de la región.
Si bien el déficit fiscal es un punto a tener en cuenta, las autoridades nacionales necesitan buscar otras alternativas que conduzcan a la solución de este inconveniente. Dejar de lado nuevas obras públicas sólo contribuiría a aumentar el desempleo, la pobreza y la desazón ciudadana porque el sector privado en este momento no podrá absorber las inversiones necesarias por tanto tiempo.
Cuidar de los empleos de los compatriotas que conforman la industria de la construcción debe ser una de las prioridades para afrontar la crisis por la que nuestro país atraviesa debido a la pandemia de covid-19.
Se comprobó que, mediante las obras civiles y viales, miles de familias pudieron resistir con dignidad la crisis sanitaria. Los trabajos, que en su gran parte se desarrollan al aire libre, son la mejor protección para miles de compatriotas.
Por esa razón, y por la salud de la economía, es que indefectiblemente se retraerá en los próximos meses y, tal vez, años las obras deben seguir siendo el pilar económico del país.