En América Latina, el suelo es muy diverso y, en algunos sitios, presenta terrenos con elevados desniveles, lo que exige el empleo de equipamientos específicos y abordajes diferenciados para el desplazamiento de maquinaria pesada. En el caso de las excavadoras, es esencial elegirlas correctamente para asegurar tanto la productividad como la seguridad.
Los suelos retadores demandan más fuerza y estabilidad de las máquinas. Marco Queiroz, Técnico de Servicios de Campo de Link-Belt, nos explica que la fuerza necesaria para avanzar en terrenos con gran desnivel queda relacionada con la combinación de potencia optimizada y peso de la máquina.
“La potencia final está relacionada con el peso del equipamiento y con el sistema hidráulico. El nuestro sistema hidráulico es controlado electrónicamente, lo que brinda mayor disponibilidad de energía para las operaciones”, concluye Marco.
Las excavadoras de la serie X3E de Link-Belt tienen el Isuzu 4JJ1, con certificación equivalente al EPA Tier 3. Es, por lo tanto, una versión robusta, eficiente y económica, desarrollada hacia las exigentes condiciones de América Latina, y con el sistema de protección electrónica. Con los tres modos de trabajo, el motor entrega potencia y controles confiables hacia todas las aplicaciones de la máquina.
La tecnología hidráulica controlada electrónicamente emplea bombas Kawasaki, incluyendo dos de pistón axial de desplazamiento variable y una bomba de engranaje, garantizando el suministro exacto de energía hidráulica siempre que sea necesario.
Desempeño aprobado por el cliente
La empresa RG Terraplanagem, ubicada en la ciudad de Pancas, en el estado de Espírito Santo, ejecuta movimientos de tierra en diques y, principalmente, limpieza y subsolado (hileras para siembra) en áreas de cultivo de café. Para dichos servicios, la empresa cuenta con siete excavadoras Link-Belt: dos del modelo 130X2 y cinco del modelo 130X3E. La primera se adquirió en 2017 y la más recién, a principios del 2025.
Según Rogelson Gerke, socio propietario de RG Terraplanagem, es elevado el volumen de trabajo en la región. Para que uno se fije, el tiempo promedio de espera para la programación de servicios es de 60 días. Las máquinas trabajan todo el año, ¡todos los días!
“Sus puntos fuertes son la economía, confort, agilidad y, especialmente, estabilidad y fuerza para subir el cerro. Aquí, los terrenos están muy inclinados. Hay máquinas que necesitan utilizar la cuchara para subir. Estas aquí, ¡no! ¡Suben con mucha facilidad!”, señaló Rogelson.

