Bolivia, en vigilia hiperactiva
Para celebrar un poco antes la primera visita del Dakar a Bolivia, Etienne Lavigne fue recibido en La Paz para una presentación donde el Presidente Evo Morales vino a alentar a los pilotos de su país.
El gran día está cerca. A casi un mes, y el bivouac del Dakar se instalará en los bordes del Salar de Uyuni, donde las motos y cuadriciclos del rally harán etapa para una estadía histórica. En cuanto al ambiente, los bolivianos ya comenzaron a manifestar su orgullo y su alegría, en ocasión de una conferencia de presentación que se transformó en una gran ceremonia de apoyo para todos los pilotos del país inscriptos en el rally. Reunidos en La Paz en los salones del hotel Radison, que vestían los colores del Dakar y contaban con la presencia de casi 400 periodistas, los XX motoristas y XX equipos de autos llamados a representar al país en enero ya pudieron medir la amplitud del apoyo que tenían. Todos los competidores bolivianos, emocionados por los signos de reconocimiento, se encuentran en las palabras de su portavoz más esperado, Juan-Carlos Salvatierra. «Ya sé que voy a vivir un momento excepcional, es una chance increíble que un evento de semejante naturaleza venga a nuestro país y que podamos formar parte de él», explica este corredor que terminó nº 29 del último Dakar, robándole la vedette a la selección nacional de fútbol gracias a sus resultados al volante. El ambiente festivo del encuentro tomó un tono solemne durante el momento del discurso pronunciado por el Presidente de la República: Evo Morales, que quiso alentar en persona a los pilotos antes de volar hacia Sudáfrica, estima que la llegada del Dakar representa «un gran desafío para Bolivia. Es una muy buena ocasión de encontrarse bajo los proyectores para compartir nuestra cultura y nuestros paisajes con todo el mundo. Les prometemos a todos un recibimiento a la altura de este evento». Para transmitir la energía patriótica necesaria para realizar su misión, todos los invitados hicieron resonar el himno nacional, retomado por toda la asamblea. ¡Efectivamente, el espíritu de conquista está aquí.