No importa la marca y la flota, ni aún el año: en algún momento, el camión comenzará a dar señales de que necesita mantenimiento. Aún con cuidados permanentes y un buen ojo mecánico, hay reparaciones que el conductor no es capaz de hacer, por ello debe estar atento al momento correcto de buscar ayuda profesional. Por ello presentamos algunos “piques” para saber si usted necesita usar este recurso.
Humos extraños: Muchas veces es muy complicado para el conductor visualizar la coloración del humo de escape del vehículo. Por eso, es importante, cuando para en un puesto, un garaje o un estacionamiento, observar la coloración y el aspecto del humo que está saliendo. “El humo puede ser blanco, ceniza azulado o muy oscuro, lo que indica que hay algo raro con el motor. Puede ser una condición térmica no adecuada, problemas de exceso de entrada de aceite o inconvenientes con el catalizador, por ejemplo”, explicó Renato Rossato, coordinador e instructor del Centronor.
Residuos metálicos en el aceite: Durante un cambio de aceite, al cambiar el líquido usado, es fundamental observar características como la coloración y el aspecto. Como varios componentes del motor poseen imanes, si hubiera problemas de fricción irregular con
alguno de ellos, seguramente existirán residuos metálicos en el aceite. “Los imanes van capturando los residuos que acaban en suspensión en el aceite lubricante. Si fuera verificado ese estado, es preciso investigar, pues existe un problema con algo”, afirma Rossato.
Desgaste irregular de los neumáticos: Un problema clásico y más conocido por los conductores. Observar el desgaste de los neumáticos es una obligación, pues indica diversos posibles problemas, como distribución irregular de peso, desalineado de las ruedas, entre otras posibles cosas. “El desgaste irregular indica que es preciso algún tipo de alineación, balanceado de ruedas, geometría o una investigación más profunda para identificar por qué no está existiendo el contacto correcto con el suelo”, dijo el especialista.
No importa la marca y la plantilla, ni aún el año: en algún momento, el camión comenzará a dar señales de que necesita mantenimiento. Aún con cuidados permanentes y un buen ojo mecánico, hay reparaciones que el conductor no es capaz de hacer, por ello debe estar atento al momento correcto de buscar ayuda profesional. Por ello presentamos algunos “piques” para saber si usted necesita usar este recurso.
Pérdida de fuerza: Cuando el camión pierde fuerza, está sufriendo para subir alguna pendiente que acostumbraba a subir con tranquilidad, y por ejemplo, acelerar más es un error. Busque un mecánico para identificar ese problema, ya que él no aparece sin motivos. “Este es un ejemplo claro de que algo no está andando bien. Pueden ser muchos factores, como filtros de aire obstruidos, problemas en las unidades inyectoras, en el módulo de inyección y en el control de salida de aire o hasta una manguera del intercooler que puede estar defectuosa”, cuenta Rossato.
Ruidos en la transmisión: Si al intercambiar las marchas ellas no están encajando derecho o hay un ruido extraño, no las fuerce más, investigue. “Pueden ser defectos en el sincronizador, en el sistema de embrague, en el sistema que hace la comunicación entre la palanca y la caja o en los anillos sincronizadores”, alerta Rossato.
Amortiguadores no agarran: Observe el funcionamiento de los amortiguadores al pasar en una lombada. La función del amortiguador es agarrar la suspensión cuando ella pasa para arriba, y el eje de goma reduce los impactos de arriba para abajo. “Si el camión queda ‘picando’ – balanceándose de arrima para bajo –, con certeza es problema en los amortiguadores”, afirma el instructor. Ese problema también tiende a desgastar los neumáticos en puntos alternos y puede indicar pérdida del líquido hidráulico, por ejemplo.
Frenos con ruido o pérdida de capacidad: Otro clásico. Si al frenar en un declive acentuado, o aún en una recta, hay ruidos, quédese alerta: hay problemas en el sistema de frenado y su vida, inclusive, puede estar en riesgo. Busque un mecánico para hacer una investigación. “Eso indica que el freno está en el límite, puede ser por pastillas gastadas, problemas de ralladuras en el tambor o hasta una rotura, o desperfectos en los brazos de accionamiento del freno”, resalta Rossato. Fuente: Terra