La Iglesia de la Encarnación una construcción que tuvo seis asentamientos a lo largo de la historia

La iglesia de la Encarnación es un templo católico situado en una de las colinas de la ciudad de Asunción. El edificio no presenta características arquitectónicas similares a la del Paraguay, su diseño ostenta influencias externas, con respecto a la fachada, la torre, el campanario y las galerías laterales.

El monumento posee un estilo romano-corintio, similar al de las catedrales europeas. Su construcción se inició en 1893 y estuvo a cargo del arquitecto italiano Juan Colombo, nacido en Milán, Italia, y llegado al país con 22 años.

Colombo trabajó en la terminación y decorado del Hotel Hispano Americano, palacio que perteneciera a Benigno López -obra de su connacional Alessandro Ravizza- y diseñó la columna conmemorativa a la Constitución del ’70, monumento inaugurado en 1873. También intervino en las refacciones al Palacio de López el que, desde 1894, se constituyó en la sede del Gobierno Nacional, pero su obra cumbre fue la elaboración de los planos y la construcción de la Iglesia de la Encarnación.

El templo fue una de las primeras grandes edificaciones dispuesta a competir con la envergadura de las iniciativas emprendidas por los López para el hermoseamiento de Asunción, antes del inicio de la contienda contra la Triple Alianza. Iniciada la “nueva Encarnación” en 1893 y todavía inconcluso el edificio (no fue terminado hasta la fecha), fue inaugurado en 1912. Sucedía a una de las primeras iglesias de la Colonia, la del Convento de Santo Domingo consumida en un incendio desatado en la madrugada del 4 de enero de 1889.

En aquella emergencia y con la iglesia aún en llamas, el propio presidente de la República, general Patricio Escobar (1886/1890) cooperó en sofocar el fuego y evaluar las pérdidas. Fue cuando Colombo prometió al presidente que elaboraría los planos para el nuevo templo, prometiendo que no cobraría por el aporte, pero reclamando que le dieran todas las atribuciones para la selección de los materiales como para la dirección de la obra.

La iglesia de la parroquia de la Encarnación tuvo la peculiaridad de haber tenido varios asentamientos previos al templo que hoy conocemos.

En el Primer asentamiento (1539-1543) estaba ubicada en la barranca de la bahía, según Félix de Azara, la edificó el capitán Domingo Martínez de Irala. Para el Segundo asentamiento (1543-1697), los relatos señalan que el gobernador Alvar Núñez Cabeza de Vaca ordenó la reedificación, en el lugar donde se hallaba anteriormente la casa fuerte.

En su Tercer asentamiento (1697-1797), por disposición del Cabildo del 26 de marzo de 1697 se dispuso su traslado a una cuadra de distancia, más o menos a la altura de la calle Palma, donde se ubicaba la capilla en ruinas levantada en homenaje a Santa Lucía.

Durante el Cuarto asentamiento (De 1797 a 1818), según los planos de Ramón de César de 1797, esta nueva iglesia con frente a la bahía se mudó sobre las calles La Encarnación (hoy 15 de agosto) y Presbítero Hernández (Palma).

Debido al derrumbe en 1818 del cuarto asentamiento, en el Quinto asentamiento (De 1818 a 1889), la iglesia tuvo que trasladarse nuevamente al Convento de los Dominicos, dado que dicha orden había sido expulsada por el Dr. Francia, clausurando el convento.

En el Sexto asentamiento (1889 hasta la actualidad), el templo quedó implantado sobre una de las siete colinas que forman la morfología de Asunción, la “Loma Volo Cue”. Es su última y definitiva ubicación, sobre las calles Pilcomayo (hoy Eduardo Víctor Haedo), 14 de mayo, Humaitá.

La obra, está muy ligada a acontecimientos nacionales, también se convirtió en hospital de sangre durante la Guerra del Chaco (1932-1935). Además, es una de las dos únicas iglesias del país que cuentan con un órgano a tubos.