Una leyenda estadounidense desde 1852
Desde la década de 1850 y hasta comienzos del siglo XX, se podía ver a la diligencia de Wells Fargo del familiar color rojo y dorado recorriendo a toda velocidad miles de millas de territorio estadounidense día y noche, transportando oro, plata, correos, paquetes y personas de una ciudad a otra. La diligencia conectaba comunidades y ayudaba a los estadounidenses a dirigir empresas y desarrollar riquezas para sus familias.
Fabricadas artesanalmente en Nuevo Hampshire, utilizadas de Costa a costa
Las diligencias de Wells Fargo, fabricadas artesanalmente en Concord (New Hampshire) a partir de los mejores materiales, presentaban un chasis ovoide suspendido sobre tirantes de cuero que servían de amortiguadores.
En 1867, Wells Fargo encargó 30 diligencias personalizadas a los constructores Lewis Downing y J, Stephen Abbot, que fueran más fuertes y más resistentes de lo habitual. Estas elegantes diligencias rojas con sus letras doradas distintivas costaban $1.100 cada una y atravesaban la nación desde Nuevo Hampshire hasta California.
Rojo y dorado: Las diligencias de Wells Fargo estaban pintadas de un color rojo con el nombre de la compañía en dorado. Estos siguen siendo los colores distintivos de Wells Fargo.
Barandillas superiores: Aunque estaba hecho para transportar equipaje, el techo a menudo ofrecía asientos adicionales para hasta nueve pasajeros.
Cortinas de cuero: Las cortinas de cuero engrasado ayudaban a impedir que el polvo, el viento y la lluvia ingresaran en la diligencia.
Pescante y asiento del escopetero: El conductor llevaba las riendas de un tiro de cuatro o seis caballos. El mensajero de Wells Fargo, que servía de escopetero, vigilaba que no hubiera asaltantes y protegía la caja de caudales del Wells Fargo, que se guardada en el maletero delantero.
Frenos de Pedal: El conductor accionaba la palanca del freno con el pie.
Ruedas: las ruedas y el engranaje impulsor de la diligencia estaban pintados de un color amarillo brillante.
Tirantes de suspensión: La diligencia se apoyaba sobre gruesas bandas de cuero llamadas tirantes de suspensión que servían como amortiguadores. Su movimiento oscilante llevó a Mark Twain a describir a la Diligencia de Wells Fargo como una “cuna sobre ruedas”.
Neumáticos: Una banda de hierro circular era expandida por el calor y colocada alrededor de una llanta de madera y luego se la sumergía en agua fría para contraerla y fijarla en su lugar.
Rayos: Hechos de nogal americano tallado a mano, cada rayo tenía exactamente el mismo peso y medida para garantizar que el equilibrio fuera perfecto.
Maletero trasero: Totalmente de cuero en el que se llevaban los paquetes y el correo expreso se guardaban en este lugar, que estaba totalmente mente hecho de cuero impermeable.