Industrias extranjeras se fortalecen con materia prima nacional

La industria de molienda local estima que registrará una retracción por segundo año consecutivo, debido a las distorsiones del mercado que generan incentivos a la exportación de granos en estado natural.


Esta coyuntura lleva a que se perpetúe el modelo exportador de materia prima en detrimento de la consolidación de la agroindustria nacional, que genera mano de obra y dinamiza la economía.

El Banco Central del Paraguay (BCP), en su serie detallada de Comercio Exterior expone que hasta el cierre del mes de noviembre del presente año han sido exportadas 6.032.282 toneladas de soja en estado natural, un crecimiento del 12% en comparación al mismo periodo del 2016. En contrapartida, la agroindustria procesó 3,6% menos de soja y utilizó sólo el 75% de su capacidad instalada en el mismo periodo del año anterior.

En el referido informe, el BCP presenta una lista de los principales países de destino de la soja paraguaya, encabezada por Argentina, país que entre los meses de enero y noviembre del 2017, importó más de 1.4 millones de toneladas de nuestra soja.

En dicha lista ocupan los primeros lugares también Turquía con 808.594 toneladas, Rusia con 729.113, España con 420.789 ton. y Alemania con 375.473 toneladas de soja paraguaya.

Cabe mencionar que las diez naciones más importantes representan el 81% de las exportaciones de soja nacional hasta el mes de noviembre. Estas naciones adquieren nuestra soja para procesarla dentro de sus fronteras, aprovechando los beneficios de la industrialización, teniendo como escenario favorable políticas que fomentan la actividad industrial, como por ejemplo, la aplicación de aranceles y barreras paraarancelarias a la importación de productos derivados de la soja (harina y aceite) y no así a la soja en estado natural.

Al respecto del tema, el economista Amílcar Ferreira, indicó que el Paraguay debe apostar por su industrialización en la próxima década, con el debido acompañamiento de políticas de Estado que respondan a las necesidades del sector industrial. “Todos los países del mundo hoy quieren tener las industrias dentro de sus fronteras, para poder agregar valor y generar beneficios. Hay que aprovechar las materias primas que producimos eficientemente y avanzar hacia su agregado de valor a nivel local. Nuestro país debe apuntar a ser un gran proveedor de alimentos para el mundo, no solo un exportador de materia prima”, explicó Ferreira.

A su vez, Sandra Noguera, gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), señaló que la agroindustria local no prevé un repunte en este último mes del año, por lo que se cerraría con números negativos, tanto en volumen de molienda como en la generación de divisas. “El resultado acumulado de las industrias aceiteras paraguayas en 2017 es negativo, ya que se registró una reducción en el volumen procesado, en la utilización de la capacidad instalada, en los volúmenes y en las divisas generadas por la exportación de productos industrializados, y en la obtención de subproductos obtenidos, todo esto en un contexto de producción record de la soja en la zafra 2016/2017, lo que pone en evidencia que una buena cosecha no determina que a la industria le vaya bien, ya que depende de otros factores”, acotó mientras afirmaba que el Estado paraguayo debe implementar políticas espejo para contrarrestar las medidas adoptadas por otros países para incentivar la industrialización dentro de sus territorios. “En Paraguay no están dadas las condiciones actualmente para que este sector incremente los índices de industrialización, lo que genera incentivos para continuar el modelo de exportación de materias primas antes que la consolidación del agregado de valor de las mismas dentro de nuestras fronteras”, añadió.

Por último, ambos expertos expresaron que es de suma importancia que se cumpla la Ley N° 5061/13 y se respete la devolución selectiva del IVA del 100% contemplada para las industrias (para que este sector con grandes inversiones de capital, riesgos y mayores beneficios para el país, deje de recibir el mismo tratamiento tributario previsto para los exportadores de materias primas, que tienen derecho a la devolución del 50% del IVA) y el trabajo en conjunto con el gobierno, de modo a apuntar al desarrollo de toda la cadena, consolidar la industria de molienda, mejorar la competitividad del país y posibilitar un mayor desarrollo económico y social, con el compromiso de lograrlo de manera sostenible y sustentable.