Actualmente está en ejecución la instalación de tuberías de 171 km en Irala Fernández.
El proyecto Acueducto para el Chaco central, que posibilitará que llegue agua potable a 70 mil personas, de las cuales 40 mil son de pueblos originarios, es una obra anhelada por el actual Gobierno y por los habitantes de la zona occidental, caracterizada por la falta del líquido vital para el ser humano.
Los trabajos que se están ejecutando contribuirán al fortalecimiento del sector de agua potable y saneamiento de una región muy importante y productiva de nuestro país. De hecho, la obra tiene como fin mejorar la calidad de vida de la población chaqueña, mediante el aumento sostenido de la cobertura de la distribución de agua potable.
Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones manifestaron que en la obra del acueducto se considera el tratamiento físico químico en Puerto Casado y el bombeo inicial de 12 millones de litros por día de agua tratada al Chaco central, a través de una aductora de 202 km.
La obra está dividida en varias etapas, actualmente está en ejecución la instalación de tuberías de 171 kilómetros en Irala Fernández. Los trabajos están a cargo del Consorcio Chaco, conformado por Rovella Carranza y Talavera Ortellado. Mientras que la construcción de toma de agua, aductora de agua cruda, planta de tratamiento de agua, tanque de reservorio, estación de bombeo en Puerto Casado y la edificación del reservorio de 2.500 m³ en Loma Plata, ya fueron concluidos al 100% por la empresa CDD Construcciones.
El presupuesto total es de 92 millones de dólares, cubierto con Fondos del Tesoro y un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La obra tiene un avance del 75% según los encargados del proyecto y se tiene previsto terminarla para diciembre del 2018.
Senadores quisieron truncar agua potable
En octubre del 2016, un grupo de senadores colorados disidentes y opositores al actual gobierno pretendieron truncar el avance de la construcción del acueducto del Chaco rechazando un crédito de 200 millones de dólares del BID. En su momento, esto afectó a 450 contratos que estaban vigentes y la fuente laboral de 50 mil trabajadores, pero gracias a la gestión de las actuales autoridades se pudo continuar con las obras pendientes y éstas avanzan a buen término.
