El Panteón de los Héroes, luce como hace 82 años

En octubre de 1863, el Presidente Francisco Solano López, ordenó la construcción del oratorio de la Virgen de la Asunción, fue diseñada por el arquitecto italiano Alejandro Ravizza, en colaboración con el constructor Giácomo Colombino. Pero, a consecuencia de la Guerra de la Triple Alianza, el edificio quedó inconcluso y sobre andamios durante más de 70 años. Recién después de la Guerra del Chaco en 1936 se pudo terminar y fue inaugurado el 12 de octubre del mismo año, para convertirlo por decreto presidencial en Panteón Nacional de los Héroes.

Hoy 82 años después uno de los principales monumentos históricos del país vuelve a lucir su rostro original, recuperando su color original y regalando a Asunción su antigua postal

Con revoques de símil piedra y cúpula con tejas verdes, reabre sus puertas, esta parada obligatoria para todos los turistas y delegaciones de extranjeros que llegan al Paraguay y visitan Asunción. Es, al mismo tiempo, una joya arquitectónica de gran valor artístico, cultural y patrimonial.

Fue su “primera restauración”. Las anteriores fueron “reparaciones”, aseguro el Ing. Guillermo Barrail, de la empresa contratista que tuvo a su cargo los últimos tres años de remozamiento estructural, que hoy luce como una postal vintage, de tono rústico y opaco, pero con toda su originalidad.

La Secretaría Nacional de Cultura lo declaró Patrimonio Nacional Cultural a través de la resolución Nº 593/2018.

Desde su inauguración, en 1936, y contra toda indicación técnica este monumento fue revestido con diversa y numerosa cantidad de pintura y enduido, a modo de mantenimiento. Todo esto terminó dañando seriamente su estructura “con la disgregación de revoques y molduras”.

El Panteón que es la réplica paraguaya de Le Panthéon, un monumento ubicado en el V distrito de París, deja ver ahora su “cara” original que refleja los elementos con que se hizo: adobe y piedras. En esencia, no se levantó para que se pinte con acrílico, sino “para que respire”, remarco el Ing. Barrail.

Las continuas reparaciones a las que fue sometido, tanto dentro como fuera, a base de pintura de todo tipo y color fueron erosionando ciertos sectores. Al punto que se verificó una importante fisura que ponía en riesgo de colapso la bóveda principal.

“La ciudadanía va a poder ver el Panteón con la superficie como era originalmente: con el revoque símil piedra”, explica Ana Butrelov, jefa del Departamento de Parques y Monumentos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

Retiraron todas las capas de pintura: en algunos puntos había once colores, en otros cinco. Donde había deterioro, “se hizo la reposición del revoque” con los mismos componentes.

Adentro del monumento hay una variedad de colores (blanco, beige, rosado, etc.) que fueron acumulándose en su historia. “En el interior se ven diferentes tonos del acabado original. En todas las zonas donde están decoradas; el friso del Panteón está con un color más oscuro.

En abril del 2015 arrancaron los trabajos de intervención, con la consolidación de molduras y fisuras, el retiro de la pintura de la cornisa para arriba, luego se siguió con en el “apuntalamiento” de la bóveda a raíz de la grietas detectadas.

“Para la consolidación se utilizó fibras de carbono, muchas de ellas fueron traídas de Italia”, coincidentemente el que diseñó este monumento en 1863 fue el arquitecto italiano Alejandro Ravizza. “Ese trabajo de consolidación no se ve, pero es muy importante”, las láminas de fibra que “están arriostradas” también en la parte de los domos y arcos.

Las estatuas restauradas volvieron a su sitio, escoltando el mausoleo en su interior, así como las urnas con los restos de los héroes en el marco de un solemne acto cívico-militar

10.000 millones de guaraníes costó toda la restauración, 4.200 tejas fueron creadas para cubrir la cúpula.

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