Desde el miércoles 20 de noviembre, se reporta una merma y en otros casos, un corte total del suministro de agua, en varios barrios de la capital y de la ciudad de Lambaré. Con temperaturas altísimas como las que estamos viviendo esto no debería pasar, sin embargo ocurre y seguirá sucediendo en los próximos dos años, advierten desde la aguatera estatal.
SIN AGUA
De acuerdo al titular de Essap, Natalicio Chase, fue la acumulación de desechos en plástico dentro del engranaje de una bomba que sustrae el agua cruda del río, lo que causó su desperfecto y eventual puesta fuera de servicio del sistema, con el consecuente corte del servicio de suministro líquido en los barrios San Pablo, Mariscal López, Recoleta, Los Laureles, Santa María, San Cristóbal y Mariscal Estigarribia de Asunción. Los barrios San Vicente, Santa Lucía, Santa Cecilia e Itá Ybaté de Lambaré, también se vieron perjudicados.
La bomba de agua en cuestión no se fabrica en el país e importar una nueva hubiese tomado meses, por lo que se optó por repara la actual desarmándola por completo afectando a cerca de 40 mil usuarios de Essap.
DOS AÑOS MÁS?
En ese sentido, este suceso reciente desnuda un problema recurrente en Essap a saber que los cortes de agua no son causales esporádicos de roturas aleatorias de tuberías o mecanismos de distribución de agua, si no un déficit estructural y sistémico generalizado que perpetuará las fallas, como las de esta semana, a lo largo de los próximos dos años.
Para revertr esto, Essap deberá construir módulos en la planta de tratamiento de agua, que se encarga de la provisión de agua en Gran Asunción. Obras que han sido proyectadas pero que no han comenzado aún.
En la actualidad, la producción de Essap ronda los 402.000 metros cúbicos, pero el consumo en temporada de calor trepa hasta los 470.000 metros cúbicos. Esta déficit es lo que en parte causa el colapso del sistema. Las otras razones son las conexiones clandestinas y el desperdicio irrestricto del agua.
