Camioneros israelíes temen por su seguridad en la frontera con Gaza


Unos 1.000 camiones con productos básicos ingresan a Gaza esta semana por primera vez desde el cierre de Kerem Shalom por parte de Israel antes del bombardeo de un túnel de Hamás por la Fuerza Aérea de Israel el sábado por la noche.
Mientras los camioneros que cruzan el único cruce comercial de Gaza ya se han acostumbrado a las interrupciones esporádicas en sus operaciones diarias, debido al cierre intermitente de Kerem Shalom en los últimos años debido a alertas de seguridad. La última revelación de que el grupo terrorista Hamás estaba cavando túneles debajo de su las carreteras han despertado mayor miedo que de costumbre.
“Ciertamente nos hemos acostumbrado”, dice Yaron, uno de los conductores que transporta hormigón a la Franja de Gaza, “pero todavía somos cautos. Es una verdadera lástima que hayamos llegado a una situación como esta”.
Para los residentes de Gaza -que están sufriendo dificultades humanitarias ya que el movimiento gobernante Hamás continúa desviando recursos muy necesarios para sus campañas militares contra Israel- el impacto del cierre de Kerem Shalom, que sirve como salvavidas central para el enclave costero, fue inmediato.
Como resultado, las fuerzas de seguridad emprendieron esfuerzos para destruir el túnel que pasaba debajo del territorio egipcio y alcanzaba 180 metros a través de la frontera subterránea israelí, permitiendo la rápida reanudación de actividades económicas que incluyen el flujo de alimentos básicos como harina, arroz y otros productos.
Después de que las FDI terminaran la destrucción del túnel, las autoridades no emitieron nuevas instrucciones y la transferencia de bienes continuará como siempre.
Sin embargo, algunos conductores responsables de entregar los productos han expresado más ansiedad esta vez, admitiendo que ya no se sienten seguros de ingresar a un área que estuvo peligrosamente cerca de convertirse en el sitio de un ataque terrorista importante.
“No tengo dudas de que se planeó un ataque terrorista en el cruce, tal vez incluso para llevar a cabo un secuestro de un conductor o un soldado”, supuso Yaron. “Hamás hará cualquier cosa para dañarnos, incluso a costa de dañar también a los residentes de Gaza. Es absurda la tensión, que está en ebullición y la sientes todo el tiempo”.
“Estamos seguros de que este no fue el último túnel que se encontró. Toda el área está rodeada de ellos. Es aterrador venir aquí, pero no hay otra opción. Este es nuestro medio de vida”, agregó.