Es la última frontera del automóvil en su búsqueda del crecimiento infinito
Los fabricantes de automóviles globales no dejan de buscar su expansión por todo el mundo con el objetivo de crecer y crecer cada vez más. Pero el globo es finito y el mercado comienza a conocer sus límites; ahora parece que solo el África subsahariana ofrece un espacio para el crecimiento.
“África es realmente la última frontera de la automoción”, asegura Mike Whitfield, director de Nissan para la región de África subsahariana, en una entrevista a Bloomberg. “Aún tiene una población muy poco motorizada”, explicó.
La base la puso hace dos años el gobierno de Nigeria, cuando dio a conocer sus primeros incentivos para que los fabricantes de automóviles establecieran sus plantas de producción en el país, la mayor economía del continente. Hoy, tras un vertiginoso avance, ya hay en Nigeria al menos 36 fabricantes con licencia de producción: Ford, Nissan o Volkswagen ya ensamblan vehículos en colaboración con socios locales.
Nigeria está tratando de unirse a Sudáfrica como la única base de fabricación para la industria del automóvil en el África subsahariana, mientras que otros países como Etiopía o Uganda tienen la esperanza de seguir su ejemplo.
“Las oportunidades son enormes”
Para las compañías automovilísticas este interés de la región puede tornar en una oportunidad de estirar sus tentáculos para llegar a un mercado cada vez mayor.
La propiedad de vehículos en el continente se estima, según la Organización Internacional de Constructores de Automóviles, en menos de 50 por cada 1.000 personas, en comparación con la proporción de 800/1.000 que ronda Estados Unidos. Pero la demanda de vehículos particulares está creciendo en el África subsahariana conforme mejoran las infraestructuras y la calidad del combustible y los jóvenes con ingresos empiezan a buscar cada vez más movilidad, relata Whitfield a modo de diagnóstico.
Por el momento, las ventas de vehículos nuevos en el África subsahariana son minúsculas para los estándares globales y casi todos los coches comprados fuera de Sudáfrica son importaciones, muchos de ellos de segunda mano. Y aunque los fabricantes de automóviles en Nigeria han comenzado a montar vehículos ligeros a partir de piezas importadas, queda todavía un largo camino hasta la fabricación masiva de automóviles en la región.
¿Una industria panafricana?
El desarrollo a gran escala de la industria automotriz en África requerirá de la reducción de la avalancha de coches de segunda mano y el desarrollo de la fabricación y el suministro de componentes locales, considera Anthony Black, profesor de economía en la Universidad de Ciudad del Cabo. “Se necesita una integración regional, políticas apropiadas en el sector del automóvil y también mejorar las infraestructuras y las habilidades”, asegura.
Un puñado de fabricantes de automóviles ha fundado recientemente la denominada Asociación Africana de Fabricantes de Automóviles, con el fin de coordinar esfuerzos y asesorar a los gobiernos sobre las políticas, explica Jeff Nemeth, director ejecutivo de Ford en el África subsahariana. El grupo está en conversaciones con Nigeria sobre la mejor manera de atraer a proveedores de piezas para el país. “Hemos hecho esto muchas veces en diferentes países de todo el mundo”, advierte Nemeth.
Nigeria no es el único país africano que intenta promover la producción de vehículos nacionales y los fabricantes de automóviles esperan que su nueva asociación pueda ayudar a coordinar las políticas y la inversión en la región. “Todo el mundo no puede tener una planta de ensamblaje”, prosigue Nemeth. “La idea sería tener algún tipo de acuerdo comercial panafricano, donde tal vez construimos motores en Uganda, pero los ponemos en vehículos en Nigeria y luego enviamos los vehículos de vuelta a Uganda, libre de impuestos”.
El germen de éxito sudafricano
El único país de África subsahariana con una producción automotriz real es Sudáfrica, que ha utilizado los incentivos del gobierno para atraer fabricantes. El organismo de la industria local proyecta exportaciones automotrices récord este año de unos 344.000 vehículos, llegando a 386.100 en 2016.
Nigeria, que tiene la esperanza de emular ese éxito, ya tuvo un incipiente sector de la automoción en la década de 1970 que acabó floreciendo. Ahora trata de revitalizar la industria para diversificar su economía más allá del petróleo, conforme los precios del crudo se hunden.